miércoles, 13 de enero de 2010

El Otro Yo


Casi en el olvido queda el cortá vos...no,no, cortá vos.
Que sea tarde, y dejar pasar otro colectivo, aunque mañana haya que madrugar.
El "no se lo digas a nadie" y el secreto mejor guardado que a nadie más le iba a contar.

Ya no están los veinte ni la liviandad del cuerpo que se mueve por la vida sin problemas mayores. Así como flotando.
Ni esos ojos de mirar profundo que tanto asustan (porque mi mayor temor es que me vea el alma).
Lejos, allá las sonrisas y el tiempo que se va sin aviso. Porque el tiempo no alcanza: hay que ver fotos, hablar de mucho, evitar el pasado, entrar a una librería...comentar un disco y cuando ya todo está dicho, aflojarse y "tirar la bomba"...

Escuchar decir lo que siempre quise escuchar, decir lo que nunca me animaría.

Y así como si nada, armar un mundo de supuestos que excusada e intencionalmente no se llegan a concretar.

Unir retazos de memoria, hilvanando recuerdos, cartas, llamados, mails.

-Los leí todos, uno por uno-.

Porque mirarse a los ojos y ver el propio espejo asusta tanto a veces que no se puede soportar.

Mejor huir y que el tiempo y el destino hagan lo que tengan que hacer...es que a los veinte parece que la vida va a ordenarse naturalmente.

Así, porque sí.
Como si el destino no fuera algo que elegimos.
y no corrieramos riesgo a perdernos en el mundo de lo correcto y la frivolidad.

viernes, 1 de enero de 2010

Año Nuevo


Y resulta que empezó el 2010... y junto con él, miles de deseos de un año mejor, sueños para concretar, salud, prosperidad, amor... y muchos otros sentimientos encontrados...


A algunos les pinta el bajón, y de paso, se bajan todo lo que hay en la mesa que tenga alcohol, incluído el alcohol en gel sobreviviente de la pandemia que todos tenemos en casa.


A otros, les pinta tener que volcar, por el sólo hecho que esta es una de las pocas fechas en las que mamarse está socialmente bien visto.


El tema, es que la premisa es comerse y tomarse todo.


Así, compulsivamente. Como si se terminara el mundo.

Como cuando decían que en el 2000 se acababa todo... colapsaban las computadoras, y se pronosticaba que los lavarropas de tambor redondo iban a mutar en una suerte de arturitos y los koinoors en sus crías.


Es inconcebible el pensar en festejar fin de año sin algo burbujeante en la copa para brindar.

Porque empieza un año y le ponemos todas las fichas,

porque termina un año " de mierda",

o porque pensamos que nos queda un año menos de vida.


De este modo, por así decirlo, se sintetiza el pensamiento colectivo sobre Año Nuevo.


El hecho es que se festeja desde la alegría, desde el bajón y desde la cola en farmacity los días subsiguientes.


Hay que llamar a todo el mundo, hay que llevar registro del que No llamó (para ponerlo en el freezer el año que comienza), hay que sudar la gota gorda mientras atragantandote con nuces, almendras, y turrones hipercalórico y hay que comer vitel toné y lechón frío con rusa que quedó durante el resto de la semana-


Ah! y no faltará el chiste pedorro de "no nos vemos/hablamos" desde el año pasado...


Honestamente, para mí no es tiempo de repaso, ni balance.

Es tiempo de cambiar de almanaque y de agenda. De mirar qué día va a caer mi cumple y el de la gente que quiero, de cuándo nos vamos de vacaciones y de qué feriado se corre...


Porque todos los años tienen cosas buenas y cosas malas, y si nos pasan cosas es porque estamos vivos ...


Felicidades (hic!)