Juguemos al juego de la impulsividad
digamos todo lo que sentimos en este momento
sin repetir y sin soplar
como si fuera permanente
como si fuera cierto
y retrocedamos diez pasos
para pegar la vuelta y salir de la situación.
Juguemos a quién se olvida antes
hagamos piedra, papel y tijera
y envolvamos la piedra que no queremos tirar...
enrosquémonos con las palabras
demos dos vueltas de cordón
a ver quién se pone azul primero.
Emborrachémonos con frases hechas
y lugares comunes
así mañana culpamos a la resaca
nos vestimos
y nos vamos impunes.
Si,
juguemos a ver quién tiene más ego
y quién abandona la mesa antes
quién tiene las cartas marcadas
quién se va al mazo
gana el que domina el arte del cinismo
pierde el que compra las mentiras
solo porque tienen descuento.

Touche

Necesito un servicie para mi lavarropas
últimamente los príncipes azules
destiñen en el primer lavado
necesito que dejes de gustarme tanto
mira que te busco los defectos
mira que te los encuentro
y sin embargo me seguís gustando.
...
Pensé que éramos almas gemelas porque
a los dos nos pierde el inodoro
y para no tener que bancarse el sonido insoportable
cerramos la llave del agua fría.

Pensé que eras el indicado
porque cumplís los años el mismo día que mi gata
y como nos amamos (ella y yo) hace doce años
somos zodiacalmente compatibles
aunque no sepa nada de astrología.

Pensé que eras el hombre de mi vida
porque con nadie llegue tan lejos como con vos
y hoy me dejas un arma de doble filo en mis manos
para probar que puedo desafiar a mis demonios
para probar que los puedo vencer.

En dos acordes me arrancaste el corazón
lo pateaste como un tiro libre de Román
nadie lo atajo
y tenias que cantar justo esa canción
así yo me siento más miserable
así me desintegro lentamente
así la agonía se apodera de mi tarde
y manejo a casa enumerando
todos tus defectos
los peros y los porque
y aunque el balance me da déficit
los desgraciados sentimientos acorralan la razón
touchè
mala mía
me pierdo en vos.

Zoo

En mi cabeza van desfilando animalitos de un zoológico. Cada cual con su gracia, cada cual con sus defectos.
La curva del amor se me fue al subsuelo y en la última inundación la tapo el agua.
Me dice que si tengo gata y plantas el pronóstico no es muy positivo.
Me pregunto qué tiene de malo tener gata: mientras ella este conmigo dormiremos abrazadas y desistiré la tentación de abrazar alguno de ...esos animalitos del zoo.
Mientras tenga plantas voy a poder hablar hasta el cansancio sin que me pidan que me calle, ni siquiera en forma elegante.
No me gusta ir al zoológico porque tiene rejas y las rejas me asfixian. El lugar que habitan huele mal y cada animal se cree tan único que agota con su vanidad. Juegan con el verso del cautiverio y la extinción y se ponen el título de distintos pero hasta el hipopótamo se convierte en gacela cuando le pinta escapar.
Me cansé de pararme del otro lado tirando galletitas, de aplaudir monadas y que me de ternura el show del delfín, de esperar que el oso polar se despierte para caminar dos pasos y volverse a zambullir en su hábitat de mentira.
Mi gata siamesa ruge más fuerte que el león y mientras riego las plantas pienso en lo lindo que sería dejar abiertas las jaulas a ver si se van a Madagascar, o mejor a la concha de la lora, ya que estamos hablando de animales.

Existencialismo

¿Cuánto desaciertos
fracasos y decepciones
tuve que experimentar
en treinta y siete años
para darme cuenta
de que me gusta la pepsi ligth?

¿Cuántas horas de vuelo...
hay que cumplir
para aprender a salir volando
cuando algo no cierra?

¿Cuántas patadas hay que darle
a la ventana
para romper los vidrios
se abra
y se transforme en puerta?

¿Con cuántos equivocados
hay que divertirse
para que aparezca
el adecuado?

Demasiadas preguntas
para esta hora
demasiado existencialismo
para una sola vida.

El trago perfecto

El mundo explota
y yo te tengo a vos
a tu celular furioso
a tus huesos
saqueando mi cuerpo de amor
librando batalla de besos
a la luz del sol.

Quiero el alta aéreo
volar...
y aterrizar en tu canción
quiero corazones digitales
palpitando
palabras perdidas flotando
en la cola del rapipago.

El trago perfecto
se hace mezclando tu locura con la mía
se tiñe la rutina
de colores fluorescentes
y se sirve en una copa para dos.