¿Cuánto desaciertos
fracasos y decepciones
tuve que experimentar
en treinta y siete años
para darme cuenta
de que me gusta la pepsi ligth?
¿Cuántas horas de vuelo...
hay que cumplir
para aprender a salir volando
cuando algo no cierra?
¿Cuántas patadas hay que darle
a la ventana
para romper los vidrios
se abra
y se transforme en puerta?
¿Con cuántos equivocados
hay que divertirse
para que aparezca
el adecuado?
Demasiadas preguntas
para esta hora
demasiado existencialismo
para una sola vida.
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