viernes, 16 de octubre de 2009

Cuestión de Pe$os


Estoy harta de las que salen de la sala de partos y aparecen en bolas bailando en lo de Tinelly. Es humillante que apenas paridas, ya pelen lomo como si nada en los últimos nueve meses de sus vidas haya pasado.

No me vengan con la genética: hoy ser flaca no es cuestión de actitud. Es una custión de bolsillo... más bien de pesos.

Se terminó estar embarazada para morfarse todo, ponerse blusón y parecer una calesita tapada. Hoy la onda es estar embarazada... y no parecerlo.

Me acuerdo el día que salí de La Suizo, con Tati en los brazos. Estaba más para National Geographic que para Showmatch. Era literalmente una ballena franca... que definitivamente nadie iba a querer copular.

Por suerte, de a poco fuí volviendo a la normalidad... aunque me quedaron pancita y flotadores de regalo (vienen de promo con el bb, y la caída simultánea de las tetas), así que este año me puse firme, y busqué reafirmarme.

Hay que ser realista: a los treinta y pico no es como en la adolescencia que cortabas con el Guaymallén de dulce de leche (ese que se pegaba en el paladar) por una semana y te podías poner el minishort de leopardo y subirte a un parlante con dignidad.

A esta edad, hay que salir con los tapones de punta a pelearle a las rollos.

Así que hice lo que toda diva hace: ir al spa. Si!! tengo esteticista!!!

Rompí el chanchito e invertí en sesiones de aparatología. Llegué, me embadurnaron de pies a cabeza, me envolvieron con film (si, como un pionono) y me cubrieron con una manta que da calor. Vuelta y Vuelta.

Cuando ya casi estaba rostizada, se apagó el equipo. Me enchufaron los electrodos, y me empezaron a dar corriente. Dicen que la electroestimulación, vale casi más que ir al gimnasio. Igual, para levantarme el culo necesito uno de esos cables de alta tensión de Zarate...

Como estaba aburrida, empecé a leer una revista que estaba por ahí. Bueno, ahí me enteré que hay miles de tratamientos. Algunos tienen nombres muy freak, como las ondas rusas (existen rusos con onda?, ja). Anyway: el secreto está en tener unos mangos, tirarse en una camilla y entregarse a las veintemil alternativas que hay para vencer todos esos males que nos preocupan a las mujeres. Ojalá algún día inventen uno para combatir suegras ... ese día entrego el chanchito y hasta soy capaz de robar un banco.

Buen fin de semana!!


SI TE GUSTA MI BLOG, COLGALO EN TU PERFIL Y COMPARTILO CON TUS AMIGOS (si después tus amigos no te dan más bola, no me hago cargo!)

No hay comentarios:

Publicar un comentario