Voy cambiando mi piel
a medida que embalo
cada hoja de diario que encinto
es un recuerdo
un pedazo de historia
perdido entre cacharros
fotos viejas
y un amor olvidado.
Armo cajas
clasifico
me reencuentro con una parte
de un pasado que niego a mandar
a la baulera de los relegados.
Me reconcilio con un suéter
que por algún motivo no usaba
me lo pruebo
lo acaricio
y decido guardarlo.
Llego a la parte de los libros
los abro
los leo
los huelo
los apilo junto a los cuadernos
amarillos
adolescentes
repletos de cartas
escritas con el alma
que nunca me anime a mandarte.
Desarmo momentos
desecho angustias
sueño con que la casa nueva
Traerá solo cosas buenas
que estará más limpia
ordenada
armoniosa
aunque lleve conmigo
mi propia mugre
de lado a lado.
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