-Quiero verme atractiva
cuando camine hacia el altar-
decía mientras le caía un chorro de baba
masticando burdamente una manzana arenosa.
-Quiero impactar a todos
que mi vestido este cubierto de cristales
y un puñado de luciérnagas que encienda debajo del encaje
así mis labios carmesí se vuelven más rojos que la sangre
sangre que ya no circula en mis venas
que no llega a mi cerebro...
ni a mi corazón
porque desde que no tengo sangre
la mente se puso a cargo
me domina la razón
razón que pierdo cada vez que te veo aparecer
porque desaparece de la faz de la tierra
aquello que alguna vez fue dignidad
entonces dignamente te pido
quiero verme atractiva
con el vestido de encaje
que rápidamente vas a sacar.