sábado, 28 de septiembre de 2013

A Guille



 Un día como hoy te crecieron alas
y quedaste fundido en mis recuerdos
de la infancia sombría que iluminó tu sonrisa
en la esquina de nuestros juegos
la misma esquina que lleva el nombre de tu familia.

Un día como hoy perdimos en el juego de la vida
lloramos de rabia hasta deshidratarnos
resignándonos
al consuelo de tontos
de algún día volverte a encontrar.

Un día como hoy volví a tener cinco años
ocho, doce, quince
te crucé cuando iba a la panadería
me elegías un vestido de fiesta
me retabas porque fumo y tomo café
y eso le hace mal a la piel.

Un día como hoy pusimos un disco de Rafaella Carrà en tu terraza
prendimos las estrellitas que nos regalaba doña Blanca
cada navidad
nos sentamos en el piso alrededor de la comodore 64
nos reímos de los borrachos del bar
entonces tu sonrisa y mi risa
encajaban perfectas.

Un día como hoy se terminó la purpurina
se apagaron todas mis lentejuelas
se quedó sin pila el grabador
el estanciero se fundió
nos quedamos sin palabras para el tutti frutti
el destino nos tiró un baldazo de agua
y nosotros no supimos jugar al carnaval.

Hoy te miro desde el alma
porque tu sonrisa encaja con mi risa
porque tu misión de cuidarme
fabricando recuerdos felices
la lograste, la superaste
ampliamente
y estás conmigo cada día
en las historias que le cuento a mi hijo
en los sueños que me permiten
fugarme de la realidad un momento
volver a abrazarte y bailar con vos
mi amigo, mi hermano por elección.

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