jueves, 12 de septiembre de 2013

Pirámides


Recordame
como te recuerdo de madrugada
cuando llegaba el uno
y lo dejábamos pasar.

Cuando la plaza flores
parecía segura y limpia
y tu cuerpo y el mío
sabían que se iban a encontrar.

Recordame esperándote en la placita Cortázar
apurada y nerviosa
o viéndome llorar en la playa

cada vez que la distancia
nos ponía en un lugar distinto.

Recordame
con mis piernas largas
y mi pollera corta
como yo recuerdo tus rastas
el olor a sal de tu piel
y esos besos que me volvían loca.

Recordame
como  el día en que dijimos basta
o las   tantas veces que  intentamos despedirnos,
con la sonrisa estampada
al verte cada noche
y la dulzura de tu voz
pidiendo que me quede
y la frialdad del amor
al que nunca nos animamos.

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