jueves, 12 de septiembre de 2013

Los días de lluvia tienen tu olor
será porque miro por la ventana
y logro concentrarme
entonces puedo escuchar
como cada gota cae
sin que nadie me interrumpa el viaje.

Los días de lluvia me siento libre
salgo a la calle sin botas ni paraguas
para que la garúa se haga dueña de mi cuerpo...
de mi ropa
y mi cabeza se llene de rulos.

Los días de lluvia me transportan a la playa
a caminar desde la primer bajada hasta la segunda
a buscar refugio en el catamarán
y un café con leche con mucha espuma
mientras miramos la otra espuma:
la del mar.

Los días de lluvia llora la tierra
nos moja para despabilarnos
nos incita a romper los moldes
a sentirnos
a tocarnos
a mirarnos cara a cara
con el pelo mojado, el rímel corrido
y los cuerpos felizmente empapados.

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